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¿Cómo sobrellevar el desastre en puerto Manzanillo? Con carga consolidada

LCL International
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El puerto de Manzanillo está al límite de su capacidad, y esto no es algo nuevo. Quienes viven la operación todos los días dentro de la logística marítima portuaria saben que no se trata de una percepción: retrasos constantes, costos imprevistos y la pérdida de competitividad frente a clientes que exigen inmediatez, son solo parte de una realidad incómoda que se vive a diario.

Para un freight forwarder, este escenario representa un dilema: esperar largas jornadas a que liberen espacio o buscar fórmulas que aseguren continuidad, eficiencia y rentabilidad. La respuesta no está en discursos técnicos, sino en la experiencia operativa: y la carga consolidada (LCL),  bien gestionada es un modelo que permite mantener un flujo constante de mercancía incluso en medio del caos portuario.

El sobrecupo en el puerto de Manzanillo: una realidad operativa

El puerto de Manzanillo mueve “cerca del 40% de la carga en contenedores de todo el país”1, hoy, esta principal puerta entre Asia y México, enfrenta un fenómeno crítico: sobrecupo. De hecho, la COMCE2 advierte que “el 70% de contenedores en Manzanillo presenta retrasos mayores a tres días”, dato que refleja en sí mismo la cotidianidad del puerto.

 Las navieras priorizan sus operaciones con base en volumen y contratos de gran escala, lo que deja a los freight forwarders en una posición frágil cuando dependen de servicios FCL o de terceros.

Los efectos son claros:

  • Demoras prolongadas: tiempos de espera que se extienden de días a semanas.
  • Incremento de costos: almacenajes, maniobras extra y recargos por congestión que impactan la confianza con los clientes.
  • Pérdida de confianza del cliente final: importadores que se ven afectados en sus propias cadenas de suministro.

Ante este panorama, la lógica indica que cambiar de modelo logístico es la única salida; siendo el LCL la opción en donde se puede tener control total de la operación logrando garantizar resultados. Por eso, en LCL International no hacemos de todo, nos enfocamos en un servicio hiperespecializado con dos características que debes conocer. 

Dos soluciones que marcan la diferencia

En un puerto saturado, prometer rapidez y eficiencia sin control operativo es una ilusión. Por eso, las fórmulas que funcionan parten de dos principios que hoy diferencian a quienes lideran la logística marítima portuaria en México.

1.Consolidados propios, sin depender de terceros

El control comienza desde Asia. Operar con consolidados propios, significa no tercerizar ni depender de la programación de alguien más, ya que nosotros tenemos el contrato y el control de determinados contenedores. Esto nos permite dominar el proceso operativo tanto en la parte internacional como en la parte portuaria en Manzanillo, manteniendo una red de disponibilidad que evita semanas de espera.

Para los freight forwarders, este punto es decisivo: significa no quedarse varado a la espera de espacio, sino tener un plan de carga garantizado desde el origen. LCL International lo hace posible.

2.Optimizar tiempos de desconsolidación y despacho

Si la mercancía ya llegó al puerto, el siguiente reto está en los tiempos de maniobra y despacho. Aquí la diferencia es abismal entre nosotros y el resto de competidores:

  • 48 a 72 horas para desconsolidar carga, frente a más de 5 a 10 días de otras empresas.
  • Previo y despacho en menos de 7 días, mientras otros tardan hasta 15 días.
  • Disponibilidad inmediata de contenedores programada el mismo día.
  • Servicio nocturno de domingo a viernes, en horarios alineados con China y agentes en ese territorio, lo que reduce la pérdida de días enteros a simples horas.

Este modelo convierte a LCL International en un sistema de flujo constante de mercancías, donde la carga no se estanca, sino que se mueve con la velocidad que el mercado exige. Simplemente es una logística marítima portuaria bien hecha.

Cómo transformamos la logística marítima portuaria

El verdadero cambio está en comprender que la carga consolidada no es sólo un tipo de servicio, sino una estrategia integral. Cuando se ejecuta con hiperespecialización, permite controlar tiempos, costos y riesgos en un puerto donde la incertidumbre es la regla.

Mientras la mayoría de las empresas de logística internacional aún se ajustan a la saturación del puerto de Manzanillo, los freight forwarders que apuestan por este modelo logran algo más que eficiencia: construyen una ventaja competitiva y un crecimiento acelerado de su negocio.

La carga consolidada operada con hiperespecialización se traduce en:

  • Reducción acelerada de tiempos en toda la cadena logística.
  • Optimización de costos logísticos frente a retrasos y almacenajes.
  • Personalización de procesos que se adaptan a la forma de trabajar de cada cliente.
  • Desarrollo acelerado del negocio gracias a la continuidad en el servicio.

Es ahí donde nuestro modelo de hiperespecialización en LCL nos permite impulsar mejores resultados: menos excusas y más operaciones cumplidas a tiempo.

¿Sigues dependiendo del FCL en Manzanillo?

La saturación del puerto seguirá siendo un tema recurrente. La pregunta es si vas a seguir dependiendo de un modelo que te hace perder tiempo, costos y credibilidad frente a tus clientes, o si vas a dar el paso hacia el LCL con un aliado que ya opera soluciones comprobadas.

En logística no se trata de esperar, se trata de anticipar. La carga consolidada no sólo es la alternativa al FCL, es el modelo que te permite transformar los problemas de Manzanillo en resultados tangibles para tu negocio.

Da el paso hacia la hiperespecialización con LCL International. Habla con nosotros hoy.

 

Fuentes: 

  1. The Logistics World
  2. El Economista

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